Es importante no eliminar del todo la sal en las comidas pero si moderar mucho su consumo, en especial cuando se padece de problemas cardíacos o existe una propensión genética a ellos
- Incorporar especias es una buena alternativa, es uno de los mejores sustitutos de la sal que existen, que además le dará mucho sabor a las comidas. Entre las más populares está el curry, la pimienta, la nuez moscada, la canela, el azafrán, los clavos de olor, el pimiento rojo molido, entre otras. Grandes opciones para experimentar con nuevas recetas y reducir el consumo de sal.
- Las hierbas aromáticas son otras grandes aliadas en la tarea de sustituir la sal al cocinar. El perejil, el tomillo, la albahaca, el orégano, el laurel, el romero, el cilantro, son opciones maravillosas que aportan un sabor único y especial sin la necesidad de usar demasiada sal.
- Evitar los saborizantes y los caldos comerciales. Tienen muy alto contenido en sodio. Si se adquiere alguno, hay que asegurarse de que sea bajo en sodio. Además se puede cocinar con ingredientes que de por sí ya contengan un poco de sal como el queso y vegetales como el brócoli o la espinaca.
- Otra alternativa es usar en menores cantidades pero con un poco más de libertad la sal marina, que contiene menos sodio y afecta en menor medida el organismo.
Fuente:
Victoria Manfredini- Farmaceútica MN 16696