La temperatura normal del cuerpo de una persona varía dependiendo de su actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día y, en las mujeres, también puede verse afectada por la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren.
La temperatura corporal esperada de los seres humanos oscila entre los 36,5º y los 37,5º C. En los niños sin embargo, la temperatura suele permanecer estable durante el día.
¿Qué podemos hacer para bajar la fiebre?
Una vez que tomamos la temperatura y confirmamos que hay fiebre se aconsejan las siguientes medidas para bajarla:
- Aliviar el calor con un paño humedecido con agua tibia en la frente y la nuca.
- Si tiene mucha ropa, se recomienda sacarse algunas prendas y bañarse con agua tibia para refrescarse. No bañarse con agua fría.
- Vestirse con ropa de algodón para mantenerse fresco.
- Ingerir mucho líquido ya que cuando la temperatura corporal sube, el cuerpo pierde agua y se deshidrata.
En los niños, si la fiebre es superior a los 38º grados, habrá que darle algún antifebril (medicamentos antitérmicos) recomendado por el pediatra. Este tipo de medicamentos en general vienen en jarabe con sabores, para que sea más fácil que los chicos los tomen. Los más usados son:
- Ácido Acetil Salicílico. Cada 6 horas, vía oral. No utilizar en niños con vómitos o varicela por la posible producción del Síndrome de Rey.
- Paracetamol. Cada 6 horas, vía oral.
- Ibuprofeno. Cada 6 horas.
- Dipirona. Cada 6 hs.
Casos en los que se aconseja recurrir al médico:
Si todas las medidas recién mencionadas no ayudan a bajar la fiebre, entonces habrá que recurrir al médico.
Debemos tener en cuenta la posibilidad de llamar al médico sobre todo en caso de:
- En niños menores de 3 meses si la temperatura es continua y es mayor de 38.5ºC.
- En niños mayores de 3 meses con temperatura continua y mayor de 38.5ºC, con signos de enfermedad asociados.
- En niños con temperatura continua que no cede después de tres días de antitérmicos.
- En niños de cualquier edad si la temperatura es mayor de 40ºC.
- Otros casos en los que se debe acudir rápidamente al médico son aquellos en que además de fiebre, hay vómitos, manchas en la piel o si se toca la cabeza como si le doliera.
- También habrá que acudir al médico si se trata de un niño con antecedentes de convulsiones febriles.
Asesor:
Dr. Eduardo Lutereau,
M.N: 48.912.
Especialista en Pediatra, Especialista en Medicina Familiar.