Más allá de que dormir pueda resultarnos placentero, el descanso es una necesidad. Dormir bien nos mantiene fuertes y relajados.
Cuando dormimos mal o poco se generan desajustes que hacen que nuestro rendimiento físico e intelectual se reduzca y nuestras defensas pueden bajar también. Al dormir liberamos la llamada “hormona de crecimiento”, encargada de regenerar nuestras células. Así, durante el tiempo que dormimos, nuestro organismo lo dedica a la reparación de los tejidos dañados, incluso a los del sistema nervioso y va dejando de lado el estrés de la jornada.
Te damos algunos consejos para que tengas en cuenta ciertos buenos hábitos para aprovechar al máximo las horas de sueño y siempre recordá que descansar es sinónimo de salud.
Buenos Hábitos:
-Se recomienda usar el cuarto únicamente para dormir. Muchas veces caemos en hábitos como comer, leer, mirar televisión en la cama (¡qué tentación!) y hasta trabajar en el lugar en el que dormimos. Esto se desaconseja especialmente en personas que tienen dificultades para conciliar el sueño.
-Ventilar el cuarto a diario (aunque haga frío).
-Si tienen la posibilidad de dormir una siesta, que dure como máximo media hora. No más.
-Dormir sin o con poca luz ya que la luz puede alterar el reloj interno. La oscuridad como sinónimo de noche, ayuda a conciliar el sueño.
-Tender la cama en cuanto se levanten para no tentarse de volver a acostarse un ratito más.
-Es difícil quedarse quieto sin embargo, lo más recomendado es dormir boca arriba, con toda la columna apoyada y no moverse durante la noche.
-Dormir ocho horas diarias. Una vez que nos dedicamos a dormir, dejar de lado todas las preocupaciones y pensamientos del día para relajar mente y cuerpo (¡aunque a veces resulte imposible!)
-Mantener la cama alejada de cualquier dispositivo electrónico (despertador, celular, ipod, ipad, etc).
-Evitar consumir alimentos y comidas pesadas que provoquen sueño durante el día.
-Tomar un baño caliente un rato antes de irse a dormir ayuda a relajarse.
-Dejar de trabajar, ver televisión o utilizar cualquier dispositivo electrónico por lo menos una hora antes de irse a dormir.
-Se aconseja realizar por lo menos media hora de actividad física todos los días. Si esto no es posible, se aconseja realizar alguna actividad física tres veces por semana. Junto con la alimentación son dos factores que influyen mucho en nuestro sueño.
-Evita tomar líquido antes de irse a dormir para disminuir las probabilidades de levantarse durante la noche para ir al baño.
-Evitar cafeína, mateína y alcohol como recomendación general pero sobre todo, cuando se acerca la hora de dormir.
-Si tienen problemas para conciliar el sueño, se recomienda, una vez acostados, escuchar alguna música de relajación o realizar algún ejercicio de respiración que ayude a aflojar.
-Intentar acostarse y levantarse todos los días a la misma hora. Idealmente, irse a la cama hasta las 11 pm ya que desde esa hora hasta y la 1 am son las horas en las que mejor descansa el cuerpo.
Principales consecuencias de la falta de sueño:
-Debilitamiento del sistema inmunológico.
-Puede afectar la memoria , incluso con una sola noche en la que no duerma bien -lo que significa que dormir sólo de 4 a 6 horas- puede tener un impacto en su capacidad de pensar con claridad al día siguiente.
-Influye negativamente en el desempeño físico y mental.
-Provoca stress.
-Puede causar enfermedades cardíacas, estreñimiento, úlceras estomacales, y hasta trastornos del estado de ánimo como la depresión.
-Alteración de la presión arterial y del sistema nervioso.
-Puede causar estado pre-diabético. Esto puede provocar hambre aunque inclusive habiendo comido hace poco.
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