Caminar con la cabeza gacha y la vista en el celular, pasar varias horas encorvado frente a la computadora y mantener por largo rato la mano en forma de caparazón para manipular el mouse, son posturas que se tornaron habituales a partir de la inclusión de la tecnología en la vida cotidiana. El problema radica en que estas formas que va adoptando el cuerpo en función de los aparatos pueden traer dolorosas consecuencias.
Entre estas dolencias se encuentra la cervicalgia.
Entre sus síntomas figuran las contracturas, la pérdida de movilidad, el dolor de cuello, cabeza o en la base del cráneo y raíz de los brazos. También puede generar mareos, vértigo, hormigueos en las manos, zumbido en los oídos y vómitos.
Los perjuicios de esta costumbre, cada vez más arraigada, recaen sobre la postura: la inclinación a 60 grados del cuerpo para mirar mensajes de textos genera una fuerza de 27 kilos sobre la espalda, algo que puede generar dolor en la zona.
Por otro lado, también las manos pueden sufrir las consecuencias del uso desmedido de la tecnología,ya que quienes pasan varias horas escribiendo en la computadora o manipulando el mouse pueden padecer dolor e hinchazón de los tendones.
¿Cómo lograr una buena postura, sentados en el escritorio?
La buena postura en el trabajo es fundamental, ajustar la silla y la pantalla de la computadora de manera que no haya flexión ni extensión del cuello en la posición de sentado. El asiento debe tener un respaldar de modo que no se añada tensión a la espalda. Los pies deben estar bien apoyados y debe haber una buena distancia entre el cuerpo y el teclado.
El monitor no debe exigirnos girar la cabeza, porque se acumula tensión en el cuello, es importantísimo también la buena iluminación del escritorio para evitar el desgaste visual.
También debe evitarse sostener el teléfono entre el hombro y la cabeza por tiempos prolongados.
Si no se puede sostener el teléfono con la mano, es recomendable utilizar el manos libres para evitar una contractura.
Lo más importante, es realizar actividad física de forma regular.
Fuente: Victoria Manfredini- Farmaceútica MN 16696