La hipertensión, es el aumento de la presión arterial de forma crónica, y está provocada por factores genéticos, como la predisposición por herencia, sexo, edad o raza, y factores psicosociales como la obesidad, el sedentarismo y el estrés.

Hoy sabemos que esto se puede modificar cambiando hábitos alimenticios y estilo de vida; sin embargo, adoptar una alimentación saludable es imprescindible para prevenir y tratar la hipertensión, controlar la tensión arterial y bajar de peso.

A continuación te dejamos unos consejos a tener en cuenta al momento de armar una dieta equilibrada para prevenir la hipertensión:

• Evitar alimentos con grasas saturadas y trans: son uno de los mayores factores de riesgo para cardiopatías. Se pueden reemplazar por proteínas magras como pollo sin piel, carnes magras y lácteos descremados. También es importante reducir las frituras y alimentos procesados como fiambres y embutidos.
  
  

• Eliminar la sal: es una de las principales causas de los problemas renales. Tampoco se recomienda el uso de sales modificadas (porque tienen glutamato monosódico) ni caldos en cubo, o polvos para saborizar. Un buen reemplazo sería el uso de condimentos como nuez moscada,  pimienta negra, pimentón, orégano y albahaca.  Otra recomendación es enjuagar los enlatados antes de consumirlos, para quitarles el sodio.
  
  

• Reducir el azúcar: en exceso predispone a la hiperglucemia, que puede terminar en diabetes, y como consecuencia en hipertensión. Pueden usarse endulzantes naturales como stevia, azúcar integral o mascabo.
  
  

• Evitar el consumo excesivo de alcohol.
  
  

La Dra. Elba Albertinazzi, miembro de la Asociación Argentina de Médicos Naturistas, aconseja que las personas hipertensas eviten alimentos que aumenten la irritabilidad y la ansiedad, como el abuso de alimentos de origen animal que son ricos en tirosina (un aminoácido con acción estimulante), las bebidas energizantes con guaraná, ginseng o taurina,  el café (cafeína), té negro (la fermentación aumenta la teína), mate (mateína); gaseosas con azúcar y el fósforo. Así como alimentos con aditivos: colorantes, saborizantes y espesantes. Por el contrario, es bueno incorporar a la dieta, alimentos que tengan acción tranquilizante y nutrientes que ayuden a la relajación: vegetales frescos, ya que contienen triptófano (un aminoácido con acción sedante) y poca tiramina (con efecto vaso dilatador); minerales como calcio, magnesio, potasio; vitaminas del grupo B que pueden incorporarse al comer frutas y verduras -preferentemente crudas- o a través de suplementos nutricionales como la levadura de cerveza. En cuanto a los de origen animal, el pescado es una excelente opción.

También existen remedios naturales que se puedan sumar  a la dieta, para ayudar a regular la presión arterial, como es el caso del espino blanco o crataegus: una planta de origen europea, que tiene acción relajante sobre las arterias, es levemente diurética y mejora la contracción cardíaca. También existen otras plantas como el enebro, que actúan protegiendo la salud renal. También es útil bajar la ansiedad el consumo de infusiones de tipo pasiflora y manzanilla.

Esta dieta de ningún modo reemplaza un tratamiento médico, el paciente debe controlar su presión arterial de forma periódica y seguir las indicaciones del profesional que lo atiende.


Asesoró: Dra. Elba Albertinazzi
Médica Clínica, MN 28.482. Miembro de la Asociación Argentina de Médicos Naturistas
www.medicinanaturista.com.ar


Fuentes:
Ministerio de Salud: http://www.msal.gov.ar/
Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial: http://www.saha.org.ar/