La termoterapia es la aplicación de calor con fines terapéuticos, a través de diversos modos. La temperatura utilizada siempre debe ser superior a la regular del organismo, por encima de los 37°C, y si bien el umbral de tolerancia cutánea al calor es subjetiva, se recomienda medir la temperatura de manera que se sienta de forma intensa pero agradable, sin irritar la piel.
El calor se utiliza para el tratamiento de dolores articulares y, sobre todo, en contracturas musculares cuando no se encuentran en una fase aguda y, siempre y cuando, no haya una inflamación de la zona. Se recomienda aplicarlo en intervalos de 10 a 30 minutos, dependiendo la técnica de calor que se utiliza y siempre vigilando la zona. Por ejemplo, ante una lesión por un golpe o distensión muscular recién se puede aplicar calor, pasada una o dos semanas.
Efectos de la aplicación de calor
Vasodilatación y aumento de flujo sanguíneo en la zona. El aumento de irrigación en los músculos afectados favorece la recuperación de los tejidos y la eliminación de desechos.
Disminución de la presión arterial, con lo cual es importante supervisar la aplicación, si presión baja demasiado puede producir mareos.
Disminuye las inflamaciones crónicas y no agudas.
Efecto analgésico y relajante, es decir, alivia el dolor y la fatiga muscular.
En cambio, a la aplicación del frio con fines terapéuticos se la denomina crioterapia. Se utiliza en traumatismos, sin heridas abierta, luego de un golpe o una caída, en esguinces y torceduras, o luego de un entrenamiento intenso. En estos casos se recomienda aplicar frío en la zona afectada dentro de las 72 hs. Ayuda a reducir la inflamación y alivia dolores agudos. Se pueden utilizar un paño con hielo en intervalos de 10-30 minutos dejando descansar la zona durante una hora para volver a aplicarlo. Nunca se debe apoyar el hielo directamente sobre la piel, para evitar quemaduras y lesiones cutáneas.
Efectos de la aplicación del frío
Vasoconstrictor y antiinflamatorio. El frío disminuye el flujo sanguíneo, es por eso que se utiliza para disminuir la hinchazón ocasionada por lesiones resientes como golpes.
Efecto analgésico y anestésico, es decir, disminuye el dolor y produce un efecto sedante en la zona afectada.
En líneas generales, el frío es más efectivo a corto plazo mientras que el calor, a mediano y largo plazo. Sin embargo, hay lesiones que pueden empeorar con la aplicación errónea del frio o del calor. Estas indicaciones son generales que sirven para orientar. Existen contraindicaciones para cada caso, en personas con cardiopatías, alteraciones de la tensión arterial o de la sensibilidad cutánea, procesos agudos musculoesqueléticos, reumatismos óseos, zonas tumorales, procesos infecciosos. Siempre es mejor consultar previamente con un fisioterapeuta.
Asesoró: Lic. Estefanía Saínz
Kinesióloga y Osteópata