La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la iniciativa llamada “Atención de Salud sin Mercurio para 2020” plantea la eliminación gradual del uso de termómetros y tensiómetros con mercurio, con el objetivo final de erradicarlos definitivamente para el 2020. En el comunicado, informa sobre las consecuencias graves que trae aparejado el mercurio en la salud debido a sus altísimos niveles de toxicidad. La Directora General de la OMS, Dra. Margaret Chan, afirma que “El mercurio es una de las diez sustancias químicas que plantean mayores problemas para la salud pública; se trata de una sustancia que se dispersa en los ecosistemas y permanece en ellos durante generaciones, y que provoca graves problemas de salud y deterioro intelectual a las poblaciones expuestas a él”. Entre las consecuencias que provoca en nuestro organismo están el daño cerebral y neurológico, en el aparato digestivo e inmunológico, en los pulmones y riñones; y en dosis elevadas puede ser mortal.
En Argentina ya son muchos los centros médicos que reemplazaron el uso de termómetro de mercurio por termómetros digitales, el gran desafío es fomentar la erradicación del uso de termómetros de mercurio en hogares. Frecuentemente, entre los adeptos que quedan en pie, escuchamos frases como “los termómetros de mercurio son más exactos”, “son más baratos y duran más tiempo”. No solo estas creencias son erróneas sino que, ante un accidente en el que se rompe un termómetro y hay una pérdida de mercurio, las consecuencias por toxicidad en niños de corta edad y fetos en desarrollo son gravísimas. Según la Dra. Ana Boischio, asesora en toxicología de la Oficina Regional para las Américas, de la Organización Panamericana de la Salud, "los bebés expuestos a dosis incluso relativamente bajas de mercurio en el útero pueden sufrir retraso intelectual en la infancia".
En la Ciudad de Buenos Aires, el Hospital Rivadavia fue unos de los pioneros en adoptar el uso exclusivo de termómetros digitales. Según la OMS Argentina, a partir de una investigación interna se determinó que los termómetros digitales son tan precisos y fáciles de esterilizar como los termómetros de mercurio. Y además, son una inversión a largo plazo, ya que, si bien son más caros, duran más tiempo.
Fuente consultada:
Organización Mundial de la Salud: www.who.int